terça-feira, 18 de março de 2014

Relacionamentos a distância



Problemas de pareja en las relaciones a distancia

 Aunque pueda parecer el título de una novela rosa,  culebrón o de una película de sobremesa en un fin de semana algo aburrido, el acto de “amar en la distancia” es más habitual de lo que podamos pensar, sobre todo en momentos de grandes movimientos migratorios, cuando las personas deciden dejar su lugar de origen para buscar nuevas oportunidades o bien pasan largas temporadas fuera de su casa.

 Las parejas se eligen por razones propias de cada persona y estas relaciones llevan asociadas ciertas circunstancias.  En el caso que nos planteamos de las relaciones a distancia, la imposibilidad de ver a la pareja cuando se desea o necesita es la característica que mejor define a este tipo de relaciones.
Este artículo pretende hacer una reflexión sobre este fenómeno, a partir de las experiencias planteadas en la consulta psicológica, y que cada vez es habitual en nuestra sociedad globalizada. Las personas en algún momento de su vida pasan de una forma u otra por esta situación. Se repasarán los problemas comunes que pueden surgir, sus razones y al final se propondrá consejos para poder subsanar estos problemas.



El amor es un vínculo emocional y afectivo
que nos une a la otra persona.

El amor hacia la pareja es un vínculo emocional que nos une a la otra persona cuando vemos en ella o en él aspectos que valoramos: características intelectuales, emocionales, éticas y también físicas y sexuales. Estimamos a la otra persona por las cualidades que posee y es esa admiración lo que nos hará tener actitudes de cuidado, protección, preocupación y sobre todo de querer compartir momentos de nuestra vida con la persona a la que valoramos.

Es en las relaciones a distancia cuando ese deseo de compartir nuestra vida  no se puede llevar a cabo. Cuando se piensa en ello y se toma conciencia de lo que implica esta situación, muchas veces hay una amalgama de sentimientos y emociones que dificultan el día a día de la relación.  La construcción de una relación de pareja puede ser en ciertos momentos difícil y complicada, pero quizá en la distancia se multiplican estas complicaciones, llegando a periodos de crisis que pueden dañar la relación.


En las relaciones a distancia se pueden complicar los problemas de pareja

En general si nos fijamos en los problemas que más suelen malograr las relaciones de pareja nos encontramos con: los celos, la incomunicación, los conflictos sin resolver, la rutina, los desacuerdos en las responsabilidades de la convivencia, la educación de los hijos cuando los hay…Pero no solo serán los problemas de la convivencia los que afectarán a la relación, sino que los problemas personales  dificultan el entendimiento con la otra persona. El miedo al compromiso, la falta de autoestima, la dependencia, la inseguridad o las necesidades personales no resueltas deterioran la relación con la otra persona, aunque uno/a mismo/a no sea consciente de ello. Es en las relaciones a distancia donde más sale a la luz esas dificultades  personales, esa carga existencial que cada uno/a lleva consigo, y que en ciertos casos deseamos que la otra persona nos ayude a soportarla. Si bien los problemas que suelen surgir en las relaciones a distancia serían muy diversos (dependiendo de cada caso particular) para concretar podemos resumirlos en:

1)      Sentimiento de frustración y enfado: por la imposibilidad de estar cerca de la otra persona. Este sentimiento puede que sea de forma inconsciente y en ciertos momentos podemos incluso “culpar” a nosotros/as mismos/as o  a la otra persona por esa situación.
Razón por la que sentimos esto: Una de las necesidades psicológicas básicas del ser humano es ser consciente de su propia existencia, saber que uno/a existe. Esto lo consigue la persona “viéndose” a sí mismo/a, desde una mirada psicológica. Pero en muchas ocasiones las personas necesitan de quienes le rodean para “verse”, para captarse y reconocerse. Quizá la pareja sea la persona en la que más esperanzas ponemos  para sentirnos vistos tal y como somos; y si en este caso nuestra pareja está en la distancia, muchas veces, aunque no seamos conscientes de ello, caeremos en cierta negatividad en la relación por sentir que “no nos ve”, que no nos capta tal y como somos, que en ciertos momentos por las formas de comunicación somos invisibles ante él o ella. Esta es una de las razones por las que podemos sentir cierto enfado o frustración en la relación (aunque como veremos a continuación habrá otras razones).
Posibles soluciones: Es necesario no sentir vergüenza a expresar los sentimientos, a decir que se echa de menos a la otra persona, que se la quiere, que se piensa en ella. Si en las relaciones de pareja se necesitan estas afirmaciones, en las relaciones a distancia la expresión de los sentimientos ayuda a confiar y asegurar ese vínculo psicológico. No podemos ver a la otra persona directamente pero si la podemos “reconocer” como alguien importante.


2)      Inseguridad o duda: Muy relacionado con lo anterior (la frustración y el enfado suelen estar asociadas a la inseguridad o el miedo), es sentir una inseguridad al no poder contar con nuestra pareja. Este sentimiento aparecerá sobre todo en los momentos personales complicados y se asociará a esa imposibilidad de estar junto a quien se ama.
Razón por la que sentimos esto: Quizá por la educación recibida y por los valores culturales que predominan respecto a las relaciones de pareja, es común concebir a la pareja como alguien que nos ayuda a soportar nuestra carga existencial.  La distancia imposibilita  poder apoyarnos en la otra persona y esto  hace que nos sintamos en ciertos momentos solos/as e inseguros/as, hecho que también nos frustra y enfada. Además se puede llegar a deducir que si la otra persona no está a nuestro lado es porque realmente no nos quiere, olvidando las circunstancias y las razones de esa imposibilidad de convivencia.
Posibles soluciones: Como decíamos anteriormente cada uno/a debe llevar una carga existencial por el hecho de vivir. Cada persona necesita resolver sus problemas personales o sus dificultades. Concebir a la pareja como un apoyo fundamental hace que por nosotros/as mismos/as no busquemos soluciones y no nos desarrollemos. La pareja es alguien que nos acompaña en nuestra vida pero no alguien a la que podamos delegar nuestra responsabilidad de existir. Cuanto más confiemos en nosotros mismos, más confianza habrá en la pareja, aunque haya momentos en que no pueda ayudarnos o no esté a nuestro lado para “arroparnos”.

3)      Pesimismo y desánimo: Parece que nuestro futuro en esta situación está puesto en duda, como si no hubiera esperanzas de conseguir la felicidad junto a la pareja.


Razón por la que sentimos esto: Toda persona necesita vivir con propósitos. Igual que en los trabajo o en la vida en general se buscan logros, en las relaciones de pareja se necesita saber que se está avanzando hacia un futuro posible. Cuando hay una parada o bloqueo en ciertos aspectos de la relación, como es en la convivencia, la persona puede sentir que no hay un futuro posible con la pareja.
Posibles soluciones: Por una parte es bueno plantear de forma abierta cómo ve cada parte de la pareja el tipo de relación que se quiere construir. Quizá haya diferencias en aspectos fundamentales y es bueno que se hable cuanto antes. Por otra parte es necesario tener un proyecto común con un tiempo y nos plazos acordados por la pareja. El establecer este proceso puede que sea lo más complicado a resolver en estas situaciones. Proponer el cómo (en forma de acciones concretas) y el cuándo se va poder compartir la vida (una fecha aproximada a tener en cuenta) ayuda a superar momentos de frustración, pesimismo y desánimo.

4)      Problemas de comunicación: La comunicación que suele ser escrita, por teléfono, o en el mejor de los casos por videoconferencia, puede llevar a malos entendidos o incomprensiones.

En la comunicación hay que tener en cuenta el lenguaje verbal y el lenguaje no verbal. En la comunicación de las relaciones a distancia suele fallar el lenguaje no verbal.
Razones por las que ocurre esto: En toda comunicación hay un lenguaje verbal (el contenido, las palabras) y un lenguaje no verbal (el tono, la emoción, el gesto de la cara, la mirada,…). Captar ambos lenguajes hace que comprendamos el significado y el sentido de la comunicación. Pero cuando no hay posibilidad de captar el lenguaje no verbal por el tipo de comunicación (e-mail, por teléfono,…) puede ocurrir que la comunicación se interprete de forma errónea, ya que proyectamos más nuestros deseos, miedos o expectativas en una comunicación escrita o por teléfono que en la comunicación directa. No poder ver la cara de la otra persona imposibilita interpretar el mensaje completo y podemos caer en el error de poner lo que falta desde las inseguridades, miedos o frustraciones antes mencionadas.
Posibles soluciones: Por una parte cuando ocurren estas incomprensiones hay que ser conscientes de lo que nos pertenece a nosotros y qué pertenece a la otra persona.  Si somos conscientes y lo tenemos en cuenta, no interpretaremos nuestros miedos e inseguridades como falta de preocupación o desinterés en la otra persona. Por otra parte podemos ayudarnos de las nuevas tecnologías como la videoconferencia para apaliar las dificultades de las comunicaciones que no permiten ver el lenguaje no verbal. Si vemos que  la comunicación escrita o por teléfono dificulta el entendimiento es necesario utilizar estas nuevas vías más completas.
Miedo, inseguridad, frustración, enfado, pesimismo, desánimo o incomprensión suelen ser los problemas que aparecen en las relaciones a distancia.  En definitiva como hemos visto, además de mejorar la comunicación, expresar los sentimientos, proponer un proyecto en común, las relaciones de pareja a distancia necesitan un mayor trabajo personal para no caer en los problemas comunes de las parejas pero que con la distancia se multiplican y se llegan a hacer muy complicados. Comprender lo que nos pasa, confiar en la relación y resolver aquellos problemas que pueden ir surgiendo en el camino, sin apartar la vista o sin querer olvidarse de ellos, ayudará a construir una fuerte relación aunque sea en la distancia.
Autor: Sergio Delgado Somodevilla. Psicólogo terapéuta
Bibliografía:
  • Fromm, E. (1959). El arte de amar. Paidos. Barcelona
  • Branden, .N. (2009) Psicología del amor romántico. Paidos. Barcelona

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