Artículo publicado en el diario El Tribuno el 10-3-14
La creación de los Estado Nacionales fue una consecuencia, un logro, en el intento de organización de un mundo caótico. En Europa, en Alemania se emergía de la “Guerra de los 30 años”, y de la “Guerra de los 80 años” entre España y los Países Bajos.
No fue una casualidad.
Fue la
obra del Cardenal Nicolás de Cusa que desemboca en los Acuerdos de
Osnabruck y Munster conocidos como la Paz de Westfalia de 1648.
Cardenal Nicolás de Cusa |
DESINTEGRACIÓN DE LOS ESTADOS NACIONALES
Hoy la
pulverización de la organización de los países del mundo que hasta hace poco
conocíamos, y su reemplazo por la transversalidad de las corporaciones,
en una consecuencia directa de la globalización.
Pulverización
necesaria en su tránsito a permitir la autoridad de un gobierno
mundial, impuesto a todos los humanos que se enrolan en las filas
de la categorización del manso y desorientado rebaño, al que los pastores
globales conducen a un holocausto nunca antes ni siquiera imaginado.
Rebaño absolutamente controlado con la súper- tecnología aplicada, en que la opción del destino al cementerio sólo está dada por la posibilidad “muy democrática” de elegir por cual camino hacerlo, por la derecha o por la izquierda, por la autopista o por la colectora.
Por otra
parte, todo aquél o aquellos que intenten otro destino, otra salida, les
está reservado un seguro aislamiento cual un infeccioso virus, o un
acelerado exterminio.
Esta vez
con la impronta adecuada a cada persona o grupo social de que se trate: caos o
aniquilación por “revueltas populares- nacionales”, atizadas y
programadas de acuerdo al axioma de “problema- acción – reacción-
solución”, hasta la temible posibilidad actual del uso de una batería de
sofisticado armamento nuclear.
Posibilidad
que los asesinos globales no escatimarán en ponerla en práctica cuando
consideren que las condiciones necesarias para sus propias supervivencias, y de
quien les intereses, estén aseguradas, sumiendo a la humanidad “sobrante”
en la más oscura noche de los tiempos.
POLÍTICAS DE SUPRESIÓN DE DESCARTABLES
Para
ellos, los seres que integran los pueblos, ya no son tales. Son números
que engrosan una peligrosa “multitud” de prescindentes de más de
7.000.000.000 de “gentes” a las que hay que reducir, suprimir de cualquier
manera: abortos, drogadicción, homosexualización mundial, eugenesia,
alimentos transgénicos de infertilidad, vacunas, eutanasia, matanza y
malformaciones de niños, plagas de bichos de laboratorio en virus y bacterias,
políticas ecologistas de intocabilidad de los recursos naturales para
reservarlos a una “casta” del futuro, apropiamiento y posesión de las
geografías prometedoras ( Sur de América del Sur- Continente Antártico),
mentiras pseudocientíficas como el “calentamiento global” que ante la cruda
realidad de la absoluta presencia de una creciente glaciación arrasara con los
seres que no se prepararon para ella.
En
fin, “multitud migrante” del mundo entero que hoy está en riesgo,
cualquiera sea el más recóndito lugar en el que quiera protegerse o
esconderse.
Ayer
Medio Oriente, hoy Ucrania, enseguida Venezuela, ¿mañana Argentina?.
Las
condiciones están dadas, ya convivimos con el caos y la angustia de la
incertidumbre al despertarnos cada día a la actual perinola de nuestro destino.
Nenhum comentário:
Postar um comentário