Artículo publicado en el diario El tribuno el 14-04-14
Por Javier Cornejo
lunes, 14 de abril de 2014
A las cruentas guerras en el norte de Africa se le suman las masacres de los rebeldes perpetradas en Siria que hoy, paradójicamente, fueron reducidas a casi la inexistencia de información por parte de la prensa occidental. Prensa ahora ocupada en denostar a Rusia por su participación en los sucesos de Ucrania.
¿Qué pasa hoy en Siria? A Occidente ya parece no importarle.
El mapa geográfico y poblacional de las regiones mencionadas se encuentra en proceso de profundas alteraciones.
¿Y en América?
Es preciso referir que Hispanoámerica ya hace dos siglos sufrió un artificial fraccionamiento que hoy parece reiniciarse en el Sur de America del Sur. La balcanización de los virreynatos Españoles comenzó con el Plan Inglés de 1711 iniciado por el Gral. Thomas Maittand en 1804.
El Plan Operativo determinaba: tomar Buenos Aires, formar un Ejército de nativos que conquistara Chile, de allí conquistar el Perú con la flota inglesa, tomar Caracas, formar un Ejército de nativos y conquistar Nueva Granada (Colombia). Desde allí con transportes navales británicos marchar sobre Perú ensamblando con el ejército de Buenos Aires.
¿Fue casualidad la participación de José de San Martín, el Almirante Thomas Cocharne y Simón Bolivar en este derrotero?
El Plan Inglés proponía la inmediata ocupación de Buenos Aires. Desde allí lograr que todas las materias primas que Europa necesitaba salieran de América en la flota inglesa. Con esto Buenos Aires reemplazaría a Lima en un vuelco comercial hacia el Atlántico, sustituyendo al mar de España.
Es preciso referenciar que España dominaba el Pacífico (libre de piratas) con sus tres grandes bases navales: Monterrey en México, Callao en Perú y Valdivia en Chile; volcada al comercio con Filipinas, Japón, China e India.
Fraccionamiento
Con la ejecución del Plan Operativo, Inglaterra logró descuartizar los Virreynatos Españoles separando la zona minera de Perú y Alto Perú (Bolivia) de la zona de la yerba mate (Paraguay) y de la zona de vacunos Buenos Aires Montevideo.
Esta separación regional impedía la unificación de los factores de producción, porque sin nutrición de carne vacuna que repusieran las energías de los que trabajaban en las minas, y sin yerba mate que les depurara el organismo de las toxinas que emanaban del interior de las minas, el trabajo en los socavones se haría muy difícil o imposible.
Después de 1810 el Plan se cumpliría íntegramente: Buenos Aires el puerto único, los factores de producción minera fueron separados para siempre de los factores de producción ganadera y yerbatera (Guerra al Paraguay).
La minería del continente fue paralizada. Las manufacturas de minerales, especialmente la plata, desaparecieron.
La navegación por el Pacífico y las rutas comerciales al Asia se olvidó y terminó.
Llegando a la insensatez del “Proceso de Reorganización nacional” (1976-1983) del lapidario axioma impuesto a todos los argentinos: Argentina en el Atlántico Chile en el Pacífico.
Argentina, atlántica y pastoril, encerrada hacia el oeste por los Andes. Para eso se diagramó a Chile tal cómo es hoy.
Del Virreynato de 7.200.000 km2 bioceánico-minero, fuimos convertidos, después de 1810, en un territorio de 2.000.000 km2 atlántico y pastoril en el que hoy se perciben estertores de un nuevo fraccionamiento territorial.
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